
Considera que la Ciencia y la Tecnología se fabrican del mismo material: los humanos y los no humanos, los últimos no considerados en la modernidad. Se caracteriza no humano como aquellos animales que no pueden emitir voz y voto, y a seres vivos que no pertenecen al rango animal. Por ese motivo Latour afirma que es necesario darle “voz” a las cosas mediante la creación de un parlamento. Darle voz implica hablar de los derechos de estas en tanto se constituyen en entidades autónomas.
Para Bruno Latour, en la modernidad, las ciencias están separadas, no existe una relación entre ellas. Posee una visión sistémica de las cosas, un concepto novedoso para una época donde primaba la particularización y aislamiento. Plantea que si bien en el siglo XVIII fue testigo de la extensión de los derechos a las clases medias, y el siglo XIX de la extensión de derechos a clases trabajadoras, en el siglo XX se manifiesta la extensión de derechos a “las cosas”, se crea el “Parlamento para las cosas”.

La modernidad está marcada por los científicos quienes a través de la demostración de sus investigaciones crean en las personas la sensación de veracidad de los mismos. Compiten por ser superiores a las demás ciencias, para ello convencen a la sociedad de que su conocimiento es el válido y veraz. Un moderno seria todo aquel que analiza las diferentes culturas sin verse involucrado, de manera objetiva y sin siendo capaz de comprender las redes que tejen nuestro mundo. Declaran una superioridad cultural imponiendo criterios de veracidad irrefutables. La palabra “moderno” designa de una u otra manera el paso del tiempo, se relaciona a una ruptura, a una aceleración y marca el comienzo de un régimen nuevo. “Es asimétrico dos veces porqué otorga un quiebre en el pasaje regular del tiempo, y un combate en el que hay vencedores y vencidos” (1). Se trata de distinguir un antes y un después en la historia humana; surge un cambio de paradigma. Ser modernos significa establecer una separación entre el sujeto y el entorno. Se trata de poseer una inteligencia intelectual, donde la verdad se encuentra en lo científico comprobable. La razón es de suma importancia en este aspecto, ya que se analizan los objetos de estudio de distintas culturas sin verse involucrados, con total objetividad. Los modernos imponen criterios de veracidad, ya que sus trabajos tienen validez en tanto se impongan a la sociedad.
Bruno Latour p

Para Latour, la palabra Modernidad “designa dos conjuntos de p

Ejemplificación con artículo periodístico:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Reino/Unido/autoriza/embriones/hibridos/partir/humano/animal/elpepisoc/20080118elpepisoc_2/Tes
Donde es un claro ejemplo del concepto de “híbridos”. En el mismo, se puede ver con claridad cómo se mezcla y relaciona la tecnología y la sociedad, lo natural y lo cultural. Vemos como la ciencia, utilizando tecnología avanzada, investiga con animales para luego proyectar esos resultados en los humanos, estas cosas no son nuevas, se han visto muchos intentos algunos con resultados positivos y otros que no han logrado dar su fruto, luego de estas cuestiones surge lo que Latur habla sobre la superioridad de la ciencia, debido a sus descubrimientos.
(1)Latour, Bruno: “Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica”. Editorial Siglo Veintiuno editores. Capítulo 1. Página 28.
(2) Latour, Bruno: “Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica”. Editorial Siglo Veintiuno editores. Capítulo 1. Página 18.(3) Latour, Burno: “Nunca fuimos modernos. Ensayo de antropología simétrica”. Editorial Siglo Veintiuno editores. Capítulo 1. Página 28.
Gisele Rusconi
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